martes, 6 de septiembre de 2011

La política del queso...



Siempre he mirado hacia el este ( en particular hacia Europa y singularmente hacia Francia, al menos en el aspecto culinario) con gran admiración. Habiendo recibido una educación en Arquitectura y eventualmente en Técnica Clásica Francesa de Cocina, resulta fácil de comprender, además y después de todo, estamos hablando de la cuna de la civilización occidental. Actualmente  estoy leyendo un libro que me ha sorprendido sobre manera. A mi de un solo golpe me bajo y me volvió a subir. Que Francia ha perdido su lugar como capital culinaria del mundo? Que la  Haute Cuisine Francaise esta passé? Cómo será esto posible, decía yo,  mientras me adentraba en las paginas de Au Revoir, comida vino y el final de Francia del autor Michael Steinberg. Evidentemente este no es el típico libro sobre cocina, no incluye una sola receta y toca temas que rayan mas en la política y la economía, pero claro, la comida no esta exenta ni desligada de estos temas.

Cuando hace cinco años decidí incursionar en el mundo de las artes culinarias, mi fascinación francófila jugo un gran rol en mi decisión. Claro esta que los nombres de Ferrán Adriá y  Juan Mari Arzak no eran desconocidos para mis oídos y que la gastronomía molecular resonaba en todos los rincones del mundo culinario, pero para mi, esto nunca pareció indicar que la cocina francesa estaba en crisis. Mucho menos que había sido suplantada en la escena mundial. Si bien era cierto que la Nouvelle Cuisine ya no era tan nouvelle y que otros movimientos como el Slow Food que había tenido sus orígenes en Italia para el 1989 ya adquiría la fuerza de un movimiento global, para mi Francia seguía siendo Francia.


No había salido de mi asombro, cuando capta mi atención un tema que indudablemente mucho tiene que ver con este blog. Ningún otro país (perdonen mis amigos en España, Italia, y otros rincones) posee una variedad tan grande de quesos como Francia. Haciendo clara referencia a ello, la celebre cita de Charles de Gaulle: "Cómo puede alguien gobernar un país que posee 246 variedades de queso?" (aunque parece haberse quedado corto en su estimado por mas de un centenar).



Incluso ésta, tan arraigada tradición que se remonta a siglos atrás estaba comenzando a sufrir los embates de la globalización, la vida acelerada y las influencias externas de una situación mundial compleja y en ocasiones hasta incierta. Al otro lado del Atlántico en los Estados Unidos se había comenzado (bueno ya desde los años 20) a generar un debate sobre la salubridad en torno a la leche cruda así como sus productos derivados y las influencias de la propaganda difundida por la FDA en torno a este debate ya hacían eco en las filas de la Unión Europea. Las agencias reguladoras intentaban  poner serias restricciones a la producción y la distribución de los quesos. Restricciones que claramente favorecían a los grandes productores, que en virtud de un mayor margen de ganancias optaban por la elaboración de quesos procesados y pasteurizados. El problema con estas regulaciones es que no se adecuaban a la realidad de los quesos producidos tradicionalmente en estas regiones. Francia y su tradicional industria de quesos elaborados a partir de leche cruda se veían amenazados, mientras este país se esforzaba por cumplir con las regulaciones provenientes de Bruselas y la Unión Europea.


Durante los últimos 30 años los productores de quesos franceses han luchado por el derecho a producir quesos "crudos" defendiendo las prácticas ancestrales y una tradición que esta estrechamente ligada a una identidad nacional y cultural. En 1981 nace la Fédération Régionale des Elevages de Côte d’Azur Alpes Provence (FRECAP) (Federación Regional de Crianza de la Cote D'Azur, los Alpes y Provence) un organismo que funge como portavoz de los productores de quesos en la región de Provence afectados por la evolución de las políticas en Europa. Este organismo ha logrado llevar a cabo estudios demostrando que los productos elaborados a partir de leche cruda no representan un riesgo para la salud y otros que enfatizan la sustentabilidad en la elaboración de los mismos por su carácter artesanal y un consumo regional a la vez que realzan la conciencia en cuanto a la susceptibilidad de esta industria que representa un valuarte cultural intrínsicamente ligada a la cultura de mercado, también ampliamente amenazada por los grandes intereses económicos industriales.

Afortunadamente  luego de grandes luchas la UE ha revisado sus dictámenes y al parecer hay una luz al final del túnel, gracias en gran medida a los esfuerzos realizados por organismos como FRECAP. Se han creado otros organismos dedicados expresamente a la preservación del patrimonio cultural y culinario que envuelve la producción de los fromage fermier (quesos de granja), los quesos de producción artesanal a base de leche cruda así como definiciones que protegen estos sectores. Implementar las severas medidas regulatorias propuestas por los detractores de la leche cruda con rigurosidad hubiese sin duda significado la desaparición de una tradición antiquísima y el impacto que hubiese tenido en ciertos sectores de la industria hubiese sido devastador para países que, como Francia, poseen una tradición en la producción de quesos a partir de leche cruda, una tradición ya de por si bastante amenazada, pues cada vez resulta mas difícil que las nuevas generaciones se comprometan con este tipo de actividad. Por lo pronto aquellos que viajan a Europa continuarán  disfrutando de los quesos que ancestralmente ahí se han elaborado a partir de leche cruda y técnicas ancianas.


En los Estados Unidos (como otras partes del mundo entre ellas Cánada y Australia con importantes industrias de derivados lácteos) y por extensión Puerto Rico, la realidad es otra. Siguen en vigor leyes que  prohíben e incluso criminalizan la comercialización de leche cruda y debates actuales proponen hacer estas regulaciones aún más estrictas. La única concesión en cuanto a la elaboración de quesos a partir de leche cruda es que estos quesos deben ser madurados por un periodo no menor a 60 días. Periodo que como resultado de los brotes de E. Coli  ligados al consumo de queso en años recientes han amenazado con aumentar a 90 o incluso 120 días. Por consiguiente, el disfrute de confecciones ya sean estas domésticas o importadas como Morbier  o St.Nectaire  están relegados al clandestinaje o bien condicionados a cumplir con las regulaciones de los 60 días lo que en muchos casos representa una diferencia abismal en cuanto a sabor, textura y calidad general del producto en cuestión. Otros nunca cruzan el charco, y todo el que desee disfrutar de los mismos tiene que por obligación emprender el viaje al viejo mundo y adentrarse en el paisaje rural (lo que no esta del todo mal, por lo menos para aquellos que esto les resulte posible) donde estas delicias son producidas a partir de leche cruda y consumidas localmente en un periodo de tiempo que fluctúa entre el mismo día de su producción a seis semanas desde su elaboración.


La industria quesera en los Estados Unidos ha experimentado un crecimiento significativo durante la última mitad de siglo, particularmente el sector dedicado a la producción de quesos artesanales. Una parte importante de este sector de la industria esta compuesto por cientos (sino miles) de pequeñas granjas (farmstead cheese) que se ocupan de todos los pasos en el proceso de producción desde la crianza de los animales hasta el mercadeo de los productos a través de los Mercados Agricolas (Farmer's Market) y la creciente aparición de los llamados CSA o Actividades Agrícolas integradas a la Comunidad. Productores independientes ( parecidos en su definición y prácticas de producción a las de los fromage fermier) que ponen gran esfuerzo, dedicación y cuidado en la producción de quesos de alta calidad que impactan el mercado "specialty/gourmet" y cuyos precios pueden alcanzar los $28.00 por libra, encuentran serios retos a la hora de cumplir con las reglamentaciones y mantenerse en el negocio. Este mercado creciente pero frágil se ve amenazado por los constantes esfuerzos de agencias como la FDA y el Departamento de Agricultura de incrementar las restricciones en cuanto al uso de leche  cruda en la elaboración de derivados lácteos.


 A qué o a quién responden estas regulaciones? Es en realidad la FDA un organismo dedicado a procurar y fomentar el bienestar de los consumidores y las sanas prácticas  en la producción y distribución de alimentos y drogas? Esto ya ha sido cuestionado anteriormente por una nación en la cual la industria de los fármacos (Big Pharma) inunda las calles de medicamentos controlados, donde se garantiza el derecho de las tabacaleras a participar del libre mercado (y claro, el de los consumidores a decidir si desean o no fumar), donde la obesidad infantil y la obesidad punto, alcanzan cifras alarmantes y donde por años, décadas, la política pública en cuanto a la dieta típica Norteamericana ha sido negligentemente descuidada y abandonada en las manos de las grandes cadenas de comida rápida cuyo interés principal es la obtención de ganancias a toda costa poniendo en peligro la salud pública. Acaso no es responsabilidad y más aún, derecho de cada quien decidir que come o deja de comer?

Es imperante, ante una realidad de vida plagada de incertidumbre, que tomemos las riendas de lo que consumimos y el impacto que esto tiene en nuestras vidas (perdonen el tono de sermón, pero no puedo evitar ser pasional al respecto). La comida es sin duda fuente de placer, pero mas allá de eso, es una necesidad vital. Del mismo modo es una necesidad vital la adopción de valores éticos a la hora de producir y consumir. El Placer del Queso está comprometido con la producción y el consumo local de los alimentos, con practicas sustentables, eco-amigables y humanitarias en la producción y comercialización de lo que comemos. Estamos comprometidos con fomentar una mayor conciencia y una relación cercana con los alimentos que llevamos a nuestras mesas, con los que nutrimos a nuestras familias, amigos y allegados. Teniendo en cuenta que la salud, la economía y el planeta o mas aun nuestra propia subsistencia como especie dependen de ello.Bueno, con esta idea los dejo..... No será la ultima vez que verán un argumento como este entre las paginas de este blog, dedicado al placer, pero claro, con responsabilidad.

martes, 30 de agosto de 2011

Queso azul, verde aguacate.... todo es mejor con bacon BACB's.

Estamos en Temporada de........ playa, huracanes (estos últimos ya no se conforman con la vida en el trópico y han decidido explorar otras latitudes, con todo esto de la cultura global y la vaina) y si, de aguacates también.

Hace unos días uno de los bloggers que sigo, Mikey F. de España, ha publicado una receta con una pinta...... que me ha dejado maravillado. Se trata de una crema de aguacate que se le hace a uno la boca agua. Fresca, sencilla y muy veraniega (en Puerto Rico todo el año es verano). Lo cierto es que si bien tengo en mi casa un árbol de aguacate repleto y se hace obvio para cualquiera que visite los mercados con frecuencia que ES TEMPORADA DE AGUACATES, a mi no se me había ocurrido, al menos hasta ahora, utilizarlo de esa manera. Lo típico es que, al menos mientras dura la abundancia, se incorpora como acompañante del obligado arroz, habichuelas y carne que conforma el grueso de la dieta cotidiana boricua (normalmente mezquina en el uso de vegetales y frutas frescas) uno que otro gazpacho a la boricua (que en muy poco se relaciona con la sopa fría de tomate andaluza, salvo que lleva tomate y se sirve frío) que sin aguacate no es gazpacho o el ocasional pero altamente conocido guacamole que acompaña la comida mexicana muy apreciada por el paladar latino y gringo por igual. El punto es....que se me ha ocurrido hacer una receta que incorpore este ingrediente fresco y de temporada que vaya bien  con el ingrediente obligado en este blog.

Yo soy de esos que piensan que los mejores platos son aquellos que no solo alimentan el cuerpo sino tambien la imaginación o como dirian algunos "el alma". Poseo afición por lo simple aunque no me niego a los placeres de lo "sofisticado". Paseándome por las páginas de Coupon Clipping Cook (esto es asi, no hay idea del todo original) encontre la inspiracion adicional para realizar esta receta en plan de clásico/ revisitado: el notorio cheese burger. Aqui hay tela para cortar.... desde las  lujosas y costosas hamburguesas de Wagyu beef hasta quesos tan aromaticos y extraños que estan prohibidos en ciertos lugares. Para los gustos los colores. Con la hamburguesa las opciones pueden ser abrumadoras.

En mi caso la preferencia es por el Roquefort (como lo ordenaria en El Hamburger en Puerta de Tierra, San Juan: dando primacia al nombre del queso que lo convierte en "cheese burger"). Claro esta que, luego de la arenga que he desplegado al comienzo sobre el aguacate y su condición de producto de temporada, seria un pecado imperdonable (de esos que se castigan con la muerte) dejarlo fuera del juego. Y como todo es mejor con bacon pues...... que mas da, también (como diría esa famosa modelo, empresaria y lumbrera del espectáculo local.... si esa misma). Aqui les van mis Bacon Avocado Cheese Burgers (BACB's). Nada nuevo, nada "fancy" pero sin duda un manjar con algun toquesillo personal.


Dificultad
quiza media por aquello del termino de la carne.........en realidad es bien facil. que quede jugosa y ya.

Ingredientes

Rinde para 6 hamburguesas

Para la hamburguesa:

1 lb. de carne molidad 70/30 (el corte "chuck" es el ideal para este proposito)
1/2 taza de Pan rayado
1 huevo
1 cda. de Salsa inglesa (Worchestershire)
especias (a mi me gusta el romero y las semillas de hinojo ultimamente)
sal
pimienta

Para la salsa de queso azul/verde aguacate:

1 aguacate maduro pequeño
5 oz. queso azul
jugo de una lima

Adicional

 6 bollos de pan para hamburguesa (el que prefieras)
12 lascas de tocineta (bacon, tocino o como le llames)

Procedimiento

Preparar con antelacion la masa para las hamburguesas:
  1. Combinar todos los ingredientes y amasar hasta que estén bien incorporados.
  2. Formar las hamburguesas y dejar reposar en la nevera por lo menos media hora para que los sabores se desarrollen (idealmente una hora o mas, aunque no es absoltamente necesario)
para la salsa:
  1. Cortar el aguacate a la mitad y remover la semilla, remover la pulpa con una cuchara y trozar.
  2. Combinar el aguacate el jugo de lima y la mitad del queso azul.
  3. Majar hasta formar una pasta cremosa, debe quedar espesa y untuosa.
  4. Desmoronar el resto del queso azul  y mezclar con cuidado de no romperlo demasiado (la idea es que queden trocitos de queso en la salsa cremosa)
  5. Reservar en el refrigerador si no se va a utilizar inmediatamente. 
para montar el plato:
  1. Freir en una sarten la tocineta hasta que este crujiente y mantener caliente.
  2. En una parrilla muy caliente, sellar las hamburguesas y continuar su coccion hasta alcanzar el termino deseado ( yo la prefiero medium, que quede jugosa), añadiendo la salsa de queso azul y aguacate por encima al ultimo minuto para que tome temperatura y el queso derrita levemente.
  3. Mientras se cuecen las hamburguesas tostar el pan ( o pueden hacerse al vapor para que queden blandos)
  4. Montar las hamburguesas y disfrutar. (en mi caso le añadi unas lascas extra de aguacate bien frio para tener un contraste en temperaturas, pero eso ya es cosa mia) 


jueves, 11 de agosto de 2011

Feta,tomates secos y huevos escalfados sobre tostada.

Esta temporada de huracanes ha sido particularmente implacable con mis tomateras. La producción ha sido diezmada por las lluvias incesantes y los fuertes vientos. No es culpa de Emily, ya era tarde para mis tomates cuando este fenómeno tropical apareció en el mapa.

A pesar de las adversidades, he conseguido cultivar cerca de 20 libras de tomates de una cuantas plantas. Algo había que inventarse para aprovechar la bonanza momentánea, para lo que unos tomates secos al sol hubiese sido la alternativa perfecta , a no ser por los altos niveles de humedad. En defecto de ellos, he hecho un poco de trampa, y los he secado en el horno. Esta operación requiere un  poco de paciencia, pero sin duda es mas rápido que secarlos al  sol. El proceso tampoco requiere un título en física cuántica (cortar los tomates en rodajas de 1/2 pulg., colocar en una bandeja para hornear, salpicar con sal, pimienta, un chorro de buen aceite de oliva y romero fresco, colocar en el horno a 150º F y esperar varias horas).  

Esta es una de esas recetas donde el queso juega un "supporting  role" (algo perecido al Christian Bale del mundo quesero). No por ello dejaré de compartirla con ustedes, mis recién afiliados. Me he inspirado en una receta que he visto por ahí en uno de mis tantos libros de cocina (les digo el milagro y no el santo... uno merece tener sus secretos). Por lo demás , ya habrán inferido que utilizaré los tomates secos con los que he hecho mi introducción.

El queso Feta aporta un toque salado mientras que los tomates secos dan una nota agridulce. Las yemas líquidas del huevo funcionan como salsa, enmarcando los demás sabores y el pan, que no puede faltar en el desayuno puertorriqueño es vehículo para el resto de los ingredientes a la vez que aporta textura al plato. El conjunto: una sinfonía de sabores!!


Dificultad

si puedes escalfar un huevo.......fácil.

Ingredientes


Desayuno para uno

2 huevos medianos
2 lascas de pan sobao de 1" de espesor
2 oz de queso Feta
1 oz de tomates secos (3- 4 rodajas)
romero fresco (para decorar)

Pocedimiento

  1. Comenzar por rehidratar los tomates en un "bowl" con agua (10 minutos antes).
  2. En una plancha o sartén, tostar las lascas de pan.
  3. Calentar agua con una pizca de sal  hasta alcanzar un hervor suave, añadir unas gotas de vinagre blanco.
  4. Escalfar los huevos. Las yemas deben quedar líquidas (de lo contrario no se obtendrá el efecto de salsa)
  5. Mientras se escalfan los huevos, calentar levemente los tomates secos en la plancha o sartén que utilizaste para tostar el pan.
  6. Emplatar y desmenuzar el queso feta sobre el resto de los ingredientes. Decorar con romero fresco y disfrutar.


lunes, 8 de agosto de 2011

En un avión de papel...

A quién no le gusta viajar? Y si  viajamos y comemos el placer es doble. Que tal si a esta combinación le rallamos un poco de diseño y buen gusto? Eso es precisamente lo que ha hecho Liviana Osti con su Rallador de quesos Stai leggero. Esta juguetona metáfora (o símil) de un avión de papel, si bien no nos llevará a ninguna parte, nos permite transportarnos a través de los sentidos. Si una pasta fresca al pesto salpicada de Grana rallado no pone tu mente a volar, no sé qué lo hará. De diseño italiano y construcción en acero inoxidable este ingenioso artilugio representa la  fusión armónica entre el diseño y la buena mesa. Yo, ya le tengo el ojo echado y sé que se debate los primeros lugares en mi lista de Navidad.

martes, 2 de agosto de 2011

Mi primer queso, mi primer blog y de vuelta a mi primer queso.

Años atrás, cuando era apenas un párvulo, y mi paciencia y modales para con las engorrosas demandas de afecto de mis tías maternas estaban aún en desarrollo, una de las susodichas, en un intento por ganarse mi cariño comenzó a sobornar aquel pequeño pero exigente churumbel... con comida. Digo exigente (adjetivo que todavía aplica a la descripción de un servidor) puesto que cualquier niño de escasa edad y experiencia resulta fácil de complacer (dale un dulce y con eso tiene), pero no éste. A mi memoria escapan los detalles de sus intentos (detalles que mi madre diligente y repetidamente ha hecho públicos, avergonzándome en multitud de ocasiones), pero lo cierto es que el manjar que mejor surtió efecto, lo fue.... adivinen que?........ sí, el queso. Resulta que aquel pequeño (no excesivamente aficionado a las golosinas) poseía, según pudo descubrir aquella tía, una debilidad por el cuajo de leche. Completamente ingenuo a las dinámicas de su elaboración y a las complejidades de sus apelaciones, en aquel entonces, sólo me limitaba al disfrute de los agasajos de mi querendona tia, claro esta, a cambio de algún beso, abrazo o palabras de afecto.

A  mis 28, ya no soy un párvulo y mi paciencia y aprecio por las expresiones de afecto de mis tias (tanto maternas como paternas) han aumentado. Aún sigo ignorante a muchas cosas referente al mundo de los quesos, pero lo que sí sé, es que aquel primer queso, el delicioso Queso de Bola de la casa de la tia, no es otro que  aquella confección holandesa de color amarillento palido cubierto con una cera rojiza, denominado Gouda (o Edam en otros casos). El caso es que desde aquel entonces se ha venido cuajando una apasionada relación con los quesos, pasión que se ha intensificado con el tiempo y me ha traído hasta este punto.

No es que me autodenomine un erudito de la materia, al contrario, es en admisión a mi (todavía) amplia ignorancia sobre este tema que he decidido hacer este foro. De paso me voy educando (con el afán de traerles contenido ameno e interesante) y comparto mis pensamientos, ideas y proyectos con ustedes.

Ya ha pasado cerca de un cuarto de siglo de aquella primera epifanía que me introdujo al mundo del queso, no obstante, el gusto por este exquisito producto culinario no ha mermado en lo absoluto y por el  contrario (como todo buen vino y en este caso es pertinente agregar... como todo buen queso) se ha desarrollado con el tiempo, ha madurado e incrementado en matiz y forma.

Muchas memorias son las que vienen impregnadas con el delicado pero penetrante aroma de platos preparados a base de este producto y los vinos que le suelen acompañar. Como suele suceder en la intrincada relación neurológica entre los sentidos y la memoria, son más de una las ocasiones en las que  he sido transportado casi mágicamente a otro momento o lugar, coercido por un olor o sabor.

Sin animos de sonar recalcitrante en el uso de la palabra (acostúmbrense a ella, despues de todo es un blog sobre quesos) ha sido precisamente la pasion que profeso por el queso (ditto) la que me ha embarcado en mi última aventura: la experimentación. Esta vez no se trata de utilizarlo como ingrediente en alguna receta que me haya resultado atractiva sino en la confección del producto per se. Para esto he empleado una receta simple de uno de los quesos mas comunes en Puerto Rico, cuya elaboración no requiere de equipo especializado como en la preparación de quesos duros y estacionados. La receta a la que me refiero es la de Queso Blanco o Queso del pais como se le conoce localmente. Este es un queso del tipo denominado quesos frescos, el mismo puede ser consumido inmediatamente, además  se utiliza ácido como coagulante, en la forma de vinagre o jugo de limón, productos comunes y accesibles en la mayoría de las cocinas.

Esta receta (según reclama la fuente) es una sumamente apta para aquellos que se inician en la preparación  de quesos caseros, pues no supone un nivel de ejecución demasiado complejo y como ya he mencionado, no es demasiado exigente en términos del equipo necesario o los ingredientes como pueden observar en la lista de ingredientes. En cuanto al equipo necesario sólo se requiere de un colador, termómetro para alimentos, una olla de material no reactivo (preferilemente acero inoxidable ya que el aluminio o el hierro fundido reaccionan ante la presencia de acidez elevada), tela de lino (cheesecloth) y un molde con drenajes (en futuras discusiones explicaré diversos métodos para la fabricación de moldes así como, dónde pueden ser adquiridos) por el momento les adelanto que se puede fabricar uno con un pedazo de  tubería de PVC taladrándole algunos huecos.

Dificultad


Ya lo he dicho........ fácil.

Ingredientes


Rinde 1 lb. de queso aprox.

                1 gal. de leche entera
                1/4 taza de vinagre blanco
                sal a gusto
              
Procedimiento


  1. Calentar la leche a 180° F (teniendo precaución de no quemarla) sin dejar que hierva y mantener esta temperatura de  cinco a diez minutos (este no es el momento para ir al baño)
  2. Lentamente añadir el vinagre hasta que los sólidos se separen del suero.
  3. Luego de diez minutos, separar los sólidos del suero, pasándolos por un colador cubierto con tela de lino. El suero puede ser reservado y reutilizado para hacer ricotta.
  4. Añadir sal a gusto y mezclar bien.
  5. Transferir la masa a un molde (con todo y tela) y prensar por varias horas hasta que el suero deje de escurrir. El prensado es opcional para este tipo de queso, aunque aporta una textura más firme (de todas formas, prensado o no, hay que dejar escurrir por varias horas).
  6. Una vez haya escurrido el queso esta listo para papear (unos casquitos de guayaba serian un buen y tradicional acompañante). Para almacenar, envolver en plástico y... a la nevera (si es que dura tanto tiempo).




Producto terminado (8 oz. aprox.)......ahora toca esperar un poco.


Como he mencionado antes, este queso puede ser consumido inmediatamente a partir de su elaboracion, aunque para efectos experimentales exploraré las posibilidades de estacionamiento, teniendo en cuenta el desarrollo en términos de sabor y textura (técnicamente hablando: sus capacidades de maduración) para cuyos efectos también he empleado elementos aromáticos como: romero y semillas de hinojo.

Admito que no he seguido la receta al pie de la letra (les recomiendo NO seguirme los pasos) y  que me he tomado ciertas licencias en cuanto a cantidades y proporciones, razón por la cual llamaré mi primera confección: Queso Blanco Intuitivo. En el futuro tendré que ser mas riguroso, si pretendo obtener resultados consistentes. Para prueba y como primer intento me hago saber complacido (hasta el momento) con los resultados. Ya veremos como se desarrolla.




Para aquellos obsesionados con contar calorias ( no es que yo sea uno de ellos), la información nutricional de este queso puede ser hallada  aquí.